miércoles, 17 de diciembre de 2014

Me hago la sueca y ni frío ni calor con el anuncio de moda.



Hace más de 7 años que no tengo tele en casa, así que de muchas noticias me entero con retraso, sin embargo de los virales me entero pronto, me atrae más internet.

Uno de los últimos  es el de la marca sueca de muebles, que va a la línea de flotación de la sensiblería y la culpabilidad parental.

A mí el vídeo ni frío ni calor, ya empiezo a estar un poco cansada de historias que nos culpabilizan por no pasar más tiempo con nuestras criaturas, o que este no sea de calidad. La mayoría de las madres (y muchos padres), ya se culpan ellas solas por ello, sin que venga ninguna empresa a recordarlo, por cierto, esta misma que hoy nos recuerda lo bonito que es estar con nuestra prole, es la misma que empezó en España a abrir los domingos, haciendo que sus empleados y empleadas tuvieran dificultades para conciliar y hacer eso que ellos abogan en su anuncio, por no hablar de derechos salariales perdidos. Igual las  personas con hijos que trabajan allí, no están tan emocionadas.

El vídeo hace ver a los padres y madres que somos malvados por no leerles más cuentos, no hacer más papiroflexia, no hacer más cupcakes, o no jugar más al fútbol. Claro que si nos dieran a elegir, la mayoría preferiría llegar a tiempo de recogerlos al cole y pasar ya toda la tarde con ellos. no hace falta ningún anuncio sensibloide que nos lo recuerde, nos hacen falta políticas que ayuden a conciliar.

Los pequeños de la casa claro que necesitan estar con su padre y su madre, lo que no necesitan es que estén para hacer todo lo que ellos quieran, eso también es educar, el compartir tareas, aficiones, responsabilidades, incluso aburrimiento. Últimamente reivindico el derecho de los niños y niñas a aburrirse, a pensar y buscar alternativas de satisfacción sin que las madres y los padres estemos siempre allí.

Me llama la atención y me resulta "curioso" que en el anuncio salga una mayor número de madres que de padres, y padres solos ninguno, eso ya me da que pensar en que modelos de familia ofrece este anuncio y es otro motivo más para que no me guste el vídeo.

Quiero con estas letras, (juntadas con más o menos coherencia) reivindicar mi imperfección como madre, así como la imperfección de mis hijas. Me equivoco, meto la pata y la saco con más o menos dignidad y pido disculpas sin culpa siempre que soy consciente de mis errores.

Creo que la mayoría de padres y madres lo hacemos lo mejor que sabemos y podemos, que adoramos a nuestra prole y que descubrimos día a día sentimientos que no sabíamos ni que existían, que descubrimos que esto de criar y educar es más difícil de lo que parece, que es desesperante, y que a veces necesitaríamos bajarnos de esto de ser padre o madre un ratito y poder vivir ese ratito sin culpa.

Señores creativos del anuncio, sí, soy una madre imperfecta, y con todas mis imperfecciones soy una buena madre y un buen modelo de mujer para mis hijas, así que métanse su otra carta por el buzón que más les guste, que yo intentaré dejar mi culpa por la primera papelera que encuentre.


viernes, 5 de diciembre de 2014

Cómo hablar de la muerte a los niños.



Cómo hablar de la muerte a los niños.




La muerte es un concepto extremadamente difícil de comprender para los niños, y difícil de explicar para los adultos, ya que además del gran dolor que causa, ni siquiera los adultos somos capaces de entenderla. Aún así es importante no apartarle de la realidad que se está viviendo. Los niños tienen derecho a que les informemos con sencillez y veracidad.

¿Cuándo y cómo hacerlo?

Pasados los primeros momentos de mayor estremecimiento, buscaremos un momento y lugar adecuado y le explicaremos lo ocurrido con palabras sencillas y sinceras.(Estaba muy muy enfermo, o quedó muy muy malherido y las medicinas no le pudieron curar, o era una enfermedad que pocas personas cogen, aclarándole que la mayoría de las personas superan las enfermedades para evitar el miedo a morir por un simple resfriado él u otro familiar).


Es mejor decir ha muerto, a utilizar expresiones como, se ha ido, se ha dormido para siempre, ya que pueden crear más confusión e inseguridad. Para que entienda lo que es la muerte, es útil hacer referencia a los momentos y actividades propias de la edad del niño (no podrá jugar, reír, comer…).

¿Participar o no en los ritos funerarios?.


No se debe obligar a un niño que está asustado a ir al velatorio o al entierro, sin embargo, si es recomendable que participe en algún ritual o ceremonia de despedida, acorde con las ideas familiares. Hacer un dibujo y depositarlo en algún lugar especial para la familia, encender una vela,…

Si decide asistir, explicarle con antelación que verá, que escuchará… Que le acompañe alguien cercano que se pueda hacer cargo de sus preguntas y la expresión de sus emociones. Hay que dejar que el niño exprese sus emociones y sentimientos, sean del tipo que sean, aceptarlos y apoyarle. Tampoco hay que tener miedo a mostrar sentimientos de pena o llanto delante del niño. Los niños imitan a los que tienen a su alrededor, por lo tanto si los adultos se comportan ante la muerte de forma impasible y sin expresar tristeza, aprenderán que no está permitido mostrar sentimientos ni a hacer preguntas y se lamentarán a solas.

Siempre dejarle claro que no ha sido por su culpa, que nada de lo que haya dicho, pensado o hecho tiene nada que ver que con la muerte.

A veces los niños expresan el sufrimiento por la pérdida de forma diferente a como lo expresan los adultos. Puede haber cambios bruscos de humor, alteraciones del sueño, en la alimentación, regresiones,…

Los temores más frecuentes del niño tras una pérdida cercana son:


- ¿Causé yo la muerte?.
- ¿Me pasará esto a mí o a alguien más?.
- ¿Quién me va a cuidar?.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Sexismo, lenguaje. ¿A qué viene tanta polémica?.


Cada cierto tiempo aparece un artículo, noticia, o una conversación (de internet o no) en la que se enzarzan dos posturas, bastante irreconciliables.¿ Se puede, y se debe desdoblar «COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS» O «CIUDADANAS Y CIUDADANOS» por ejemplo.?


Cada persona se expresa como piensa, tenemos un marco global con una serie de reglas gramaticales y lingüísticas para entendernos. Yo veo que escribir vecinos y vecinas para referirnos a ambos, y como forma de contextualizar que hay personas de ambos sexos convocados, puede ser redundante, y en mi opinión no contraviene ninguna regla que merezca que linchen a nadie, a no ser que seas una persona fundamentalista de la lengua. Creo que cualquier fundamentalismo es malo y que si todas las personas ponemos de nuestra parte sin ponernos a la defensiva por un @, o una x, o o/a y nos centramos en el contenido de la información a compartir pues nos iría mejor.


Si una persona piensa que se siente discriminada por el uso del leguaje, de alguna forma intentará romper esa discriminación provocando una ruptura con el mismo, y en mi opinión es legítimo. Si otra persona piensa que el lenguaje se está vulgarizando, perdiendo riqueza, intentará que el uso del lenguaje se mantenga de la forma más culta posible. Yo cuando leo un “ola k ase?” siento como aumenta mi astigmatismo, así que también entiendo esta postura. 


Si ambas posturas no son capaces de encontrarse, es que son ganas de tocar las narices y no empatizar ni comprender las razones de unos y otras.


Entiendo que el uso de @, o de X puede ser incómodo de leer, sobre todo para las personas ciegas que usan lectores automáticos. 


Como curiosidad, decir que ya el Poema del Cid usaba la diferenciación entre «mugieres e uarones»,


Myo Çid Roy Diaz por Burgos entroue,
en sue conpaña sessaenta pendones;
exien lo ueer mugieres e uarones,
burgeses e burgesas por las finiestras sone,
plorando de los oios, tanto auyen el dolore.
De las sus bocas todos dizian una razone:
'Dios, que buen vassallo, si ouiesse buen señore!'


(Poema del Cid, vv.15-20
Más curiosidades,


El señor Smith y su hijo Arturo iban en un coche. Tuvieron un accidente. El padre murió en el acto y el hijo quedó herido de gravedad y lo ingresaron en el hospital. Al verle, el jefe del departamento de cirugía dijo: 'Yo no lo puedo operar. ¡Si es mi hijo Arturo!'. ¿Cómo te explicas esto?. 


Hay dos elefantes sentados en un tronco.
El elefante pequeño es hijo del elefante grande,
pero el elefante grande
no es el padre del elefante pequeño
¿Cómo es posible?.
 


Creo que la teoría del lenguaje español es que la norma se adapta a lo que se habla en la calle. Y desde la psicología pensamos que lo que no se nombra no existe, así que intentaré nombrar lo femenino cuando crea conveniente que hay que nombrarlo, intentaré que sean fórmulas como:


a) llamar «varón» al varón el mayor número de veces posible;


b) utilizar «persona» en vez de «hombre» siempre que sea posible. 


Y que cada cual escriba como le nazca y desde donde le nazca, y que cada cual lea desde donde quiera y entienda lo que quiera.
Total siempre es así.
 


Fuentes:


jueves, 30 de octubre de 2014

Cuidarse para cuidar. La necesidad de prestarnos atención como profesionales de la ayuda.



“Ser capaz de prestarse atención a uno mismo es requisito previo para tener la capacidad de prestar atención a los demás; sentirse a gusto con uno mismo es la condición necesaria para relacionarse con otros” (Ética y Psicoanálisis. Erich Fromm).

Ejerzo una profesión fascinante y bella. Acompañar a alguien que se encuentra mal, a sentirse mejor es tremendamente gratificante, tanto que en nuestro deseo de ayudar a sanar a los demás podemos olvidarnos de nosotros mismos, no hay que dejar de lado que más allá de profesionales también somos personas; personas en constante contacto con el malestar y el dolor ajeno, cuando no con sus traumas.

No somos inmunes a este dolor. Igual que no lo somos al virus de la gripe, podemos intentar no contagiarnos tomando ciertas medidas de protección; o actuar aliviando, si ya ha habido un contagio, en el que hemos hecho propio parte del dolor o malestar ajeno. Desafortunadamente, creo que la diferencia con la gripe reside en que en nuestro caso no disponemos de una vacuna que nos inmunice. Ante esto me pregunto: ¿Podemos centrarnos, de tal modo, en la angustia de las personas a las que atendemos pasando por alto nuestro creciente malestar? ¿Es sano para nosotros no tenernos en cuenta, no protegernos? 



El desgaste físico y emocional supone un proceso continuo, no son esporádicos. Habitualmente, no valoramos bien los riesgos de nuestra profesión,  o cualquiera enfocada a la ayuda, porque cualquiera de nosotros puede verse afectado laboralmente siendo vulnerables al impacto de los traumas de nuestros clientes. Esto nos puede llevar a la fatiga por compasión, el trauma vicario, el agotamiento físico y mental, si no somos conscientes del estado de nuestro cuerpo y nuestra mente, resintiéndonos nosotros y nuestro entorno. Puede llevar incluso a plantearnos el abandono de la profesión o del campo de trabajo.

El acto de cuidar del otro implica ante todo, la necesidad de conocerse y saber protegerse, así como el saber canalizar nuestra entrega durante el proceso de cuidado. El cuidador profesional en teoría se hace desde la elección, y supuestamente, desde el soporte y la formación adecuados. Sin embargo, a veces nos negamos las cautelas necesarias. Casi siempre, por diferentes motivos, que no voy a entrar a valorar ahora. Contar con la red de apoyo adecuada, o la supervisión externa de situaciones y/o casos difíciles, son ejemplos de autoprotección y desahogo de nuestra necesidad de cuidarnos. 

Es responsabilidad del cuidador profesional tener la preparación y formación adecuados, también debe velar por su equilibrio emocional y por la salud física y mental. No basta con saber, hay que poner los medios para el propio bienestar. Sin correr el riesgo de perjudicar a las mismas personas a las que pretendemos ayudar. Creernos invulnerables es lo que nos transforma en “sujetos de alto riesgo”.

¿Alguna vez hemos analizado si nuestro malestar parte de nuestro quehacer profesional?

Manejar una serie de principios y conceptos teóricos básicos como la empatía somática, o como responde el Sistema Nervioso Autónomo ante el trauma, así como descubrir destrezas destinadas a maximizar el autocuidado del terapeuta en relación a su trabajo, nos ayudaran a no perdernos a nosotros mismos y no fusionarnos con las personas a las que pretendemos ayudar.

A cada uno de nosotros nos corresponde encontrar nuestra propia combinación de estrategias para hacernos cargo del manejo de los riesgos que podrían derivar en la fatiga por compasión, el trauma vicario o el síndrome de burnout, para seguir ayudando adecuadamente. 

Algunas estrategias y recursos van, desde reconocer nuestro auto diálogo durante las sesiones (cómo procesamos la información dada por la persona a apoyar), conocer que tipo de imágenes creamos de los relatos, ejercicios corporales para controlar el reflejo somático, revisar la activación durante las sesiones, crear un espacio de trabajo protector, o incluso rituales de limpieza. Sin olvidar las supervisiones clínicas y sanar nuestra propia experiencia personal.

Se elijan las que se elijan, siempre tener presente la necesidad de auto cuidarse y auto protegerse. El mejor indicador para evaluar si estamos sufriendo los efectos de nuestro trabajo somos nosotros mismos, nos conviene conocernos tan bien como podamos. Tener el control de nuestros talentos y también de nuestras limitaciones.

Para finalizar unas preguntas para la reflexión… ¿sientes la necesidad de cambiar de trabajo, ya no te motiva, o te afecta personalmente? ¿Hay pacientes/clientes/usuarios con los que te sientes especialmente incómodo?.¿Has dejado de tener interés por las cosas que antes te atraían de tu trabajo? ¿Te cuesta mantener la atención durante las sesiones?.... Si has contestado afirmativamente a alguna de estas preguntas, puede que necesites revisar tu nivel de autocuidado y autoprotección, y solicitar ayuda y supervisión.

Un saludo y a cuidarse.




martes, 21 de octubre de 2014

A propósito del Día Mundial de la Salud Mental. "Living with schizophrenia"

Ya sé que llego un poco tarde con este post para lo que quiero decir, aunque más vale tarde que nunca, ahí va.

El pasado día 10 de octubre fue el Día Mundial de la Salud Mental,
ese día se busca concentrar la atención mundial en la identificación, tratamiento y prevención de algún  trastorno mental destacado para ese año. El de este año ha sido "Living with schizophrenia".
Os cuento todo esto como curiosidad y "culturilla general", en lugar de hablaros de cifras y estudios, voy a hacer mi pequeño aporte a este tema con otro punto de vista y otro enfoque, os comparto una entrevista a Roger Waters sobre la trágica vida de Syd Barrett el gran icono de la música rock de los 60 y co-fundador de Pink Floyd. Las palabras de su amigo dicen más que muchos estudios. Espero que la disfruteis.





Porque como ha dicho  el Secretario General de la OMS, con ocasión del Día Mundial de la Salud Mental "... Juntos, podemos dar dignidad y esperanza a quienes padecen esquizofrenia y otras enfermedades mentales graves."

martes, 7 de octubre de 2014

Indignación, vergüenza, asco, repulsa... El primer caso de Ébola en Europa. Cortesía de Marca España.



Anoche me acosté con la noticia del primer caso de Ébola en Europa, y ¡¡¡tachán!!!!, en España, Madrid, Alcorcón (al ladito de donde iba a ir Eurovegas). La primera impresión es de sorpresa, estupor, miedo, y según voy leyendo mi indignación, mi vergüenza, repulsa crecen.

Me vienen ideas, noticias, como la del espeleólogo que ha estado más de diez días atrapado en una cueva poco accesible, en condiciones muy duras, con lesiones tras una caída que imposibilitaban su salida por sus propios medios sin poner en riesgo su vida. Que estaba trabajando, hay muchos tipos de trabajos y el suyo era ese. Pues a este buen hombre lo han tenido que repatriar haciendo prácticamente una colecta entre los aficionados a la espeleología y afines y con la ayuda desinteresada del Gobierno de Perú, ya que el Gobierno de España ha debido valorar que una simple lesión de espalda a un ¿espeleoqué? no merecía movilizar gastos y medios. Algo que sí hicieron dos veces, con dos religiosos (¿casualidad?), algo que no critico ya que para mí tienen el mismo valor todas las vidas, sean de donde sean y trabajen en lo que trabajen. Se da la paradoja que el virus, por obra y gracia de una decisión más política que sanitaria (en mi humilde opinión, claro), va a ser expandido por un cura misionero, que hizo suyo el lema del Evangelio y de Jesús de la opción por los pobres, que estaba a miles de kilómetros de su casa, poniendo en práctica su fe, evangelizando desde el ejemplo, ayudando a los más necesitados en el barro, el polvo, en los amagos de hospitales; y no desde púlpitos, adornados con cruces de oro y vestidos con telas de primera calidad; evangelizando a golpe de Ley.

Creo que anoche mismo tenía que haber habido dimisiones. Porque nadie sabe cómo se ha producido el contagio. Porque una trabajadora, que debería estar en cuarentena, estaba de vacaciones. Porque una persona que ha sido susceptible de contagiarse (como desafortunadamente ha sido), y que debería estar bajo observación está con síntomas desde el día 30 de septiembre y la ingresan el día 6, ya sólo por esto debería haber dimisiones y/o ceses. Pero aquí no pasa nada, todo sigue igual. Pero esto no pasa por casualidad. Es un cúmulo de decisiones políticas y económicas que no tienen que ver nada con lo sanitario. 

Como ejemplo:

- El hospital Carlos III, referencia nacional para patologías infecciosas y tropicales, “para ahorrar dinero”, se desmantela una unidad ya montada, organizada, formada y preparada, con todo el dinero que ha costado, para instalar otra igual, en un hospital que no la tiene y que hay que pagarla de nuevo. 

- Se pregonó y publicitó que el riesgo era “nulo”. Nos dijeron “tenemos un sistema de alertas que funciona perfectamente y unos protocolos que se cumplen". Hasta donde yo sé, los protocolos sanitarios están estandarizados, escritos y divulgados entre la comunidad sanitaria. En este caso creo que a pocos sanitarios ha llegado, (si es que existe, es público y accesible). He leído en blogs de profesionales de la enfermería de cursos exprés de 15 minutos en los que sólo se explicaba cómo poner y quitar el traje especial.

Estoy harta, que no nos expliquen nada, que hagan de sofistas hablando sin contar nada, que nos vendan humo, que nos crean imbéciles. Que mercadeen con nuestra salud, con nuestros derechos. Que asumamos una deuda que no hemos generado. Que no paren de salir noticias de personajes y personajillos que si han vivido por encima de sus posibilidades a costa del erario público y que aquí siga sin pasar nada, sin ceses, sin inculpaciones judiciales, sin devolución de lo robado.

Estoy harta de un sistema plagado de psicópatas y narcisistas. Dónde hace tiempo se dejó de buscar el bien común, consensuado y teniendo en cuenta al mayor número de personas.

Creo que hace falta y es necesario un nuevo sistema y un nuevo paradigma de pensamiento (político, económico, social…).

Circula por ahí una definición de locura que atribuyen a Einstein y dice: “locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando un resultado diferente”. Pues eso, que habrá que cambiar para salir de esta locura y este sin sentido.

viernes, 3 de octubre de 2014

La mochila de nuestros hijos e hijas.




Empieza el mes de octubre, y con él la mayoría de actividades extraescolares, entre ellas las deportivas. Me centraré en el fútbol por ser bastante representativo de lo que quiero comentar. La actividad física y el deporte lúdico, grupal y reglado es importante para el desarrollo infantil; se aprenden entre otras cosas, nuevas habilidades mientras se socializan con iguales, sus compañeros son sus amigos, conocen la importancia de las reglas y normas para estructurar el tiempo así como las interacciones con los demás. El deporte infantil, de base debe tener principalmente un papel formativo y pedagógico. 

Como padres y madres, buscamos lo mejor para nuestr@s hij@s, dejamos en manos de profesionales lo que más queremos, confiándoles su formación y parte de su educación. Un entrenador deportivo, será un referente más, un líder más de los que conocerá en su vida. A mí personalmente me preocupa mucho este punto, ¿qué modelo de persona y liderazgo ofrecerá a mis hijas?, ¿en manos de quién las dejo?.

La mayoría de los niños y niñas son “normales”, entendiendo esto como dentro de la norma, destacando un número muy pequeño. No sé por qué nos cuesta asumir tanto esto a los adultos, por qué presionamos tanto, en general en todos los campos, quizá el deportivo sea más evidente y ahí es donde hablo del fútbol como ejemplo y paradigma de cómo los adultos perdemos los papeles y forzamos, presionamos e incluso humillamos a nuestros menores. Donde cada error, cada derrota en lugar de recibir un apoyo recibe un grito cuando no un insulto, esto provoca estés y desgana, que dejen de disfrutar de algo supuestamente lúdico y divertido.

¿Qué modelo estamos ofreciendo?, y ¿qué queremos?. No voy a entrar en lo que se ve en muchos partidos, cada vez más, en cómo se pierden los papeles, cómo muchos clubs se están viendo obligados e “vetar” a ciertos padres o madres a los partidos y entrenamientos. 

Llenamos a nuestros hijos e hijas de expectativas que son nuestras, les damos una responsabilidad que no es suya, en el fondo deseamos que sean lo que nosotros no somos, en lugar de procurar que sean la mejor versión de SI MISMOS, no la mejor versión que nosotros queremos de ellos. Acompañando en su crecimiento, su evolución.
Os dejo con una carta que he leido en http://www.efdeportes.com/efd170/los-padres-en-el-futbol-infantil.htm

Deporte infantil. Carta de un jugador menor en forma anónima



    A mis padres, a mis entrenadores, a mis mayores...
    Sé lo que todos ustedes me quieren. Cada uno me lo demuestra en todo momento y en todas partes y en honor a ese cariño que me brindan y que yo también siento hacia ustedes, quiero que me den la posibilidad de crecer de la manera más pura y más simple que pueda.
    Déjenme jugar con la alegría que represento.
    Déjenme ser el niño que a mí me gusta ser.
    No pretendan que logre cosas que tal vez sean importantes, pero para otro momento, y que al buscarlas ahora representa perder otras que para mi hoy son más importantes.
    Déjenme vivir con la edad que realmente tengo, pues sólo pasa una vez por mi vida.
    Y no planifiquen tanto con mi vida, ni con mi persona.
    Tampoco se desesperen por mis derrotas pues el dolor que me produce perder termina un instante después y ya ni me acuerdo y enseguida vuelvo a sentir alegría por jugar y divertirme.
    No busquen triunfos a través mío, ni pretendan que yo sea como ustedes fueron o no pudieron ser.
    Soy un niño y quiero serlo.
    A mis padres, gracias por elegir este Club donde haré tantos buenos amigos y también gracias a mis entrenadores que me educan para que llegue a ser un buen deportista.
    A veces noto que sufren al costado de la cancha cuando juego, no me gusta que sea así, pues en ese momento soy feliz.
    Estoy jugando, y desde adentro pareciera que ustedes, los de afuera, compitieran por mí, que tuvieran celos y que sufrieran por el triunfo que no llega o la jugada esperada que no puedo en ese momento brindarles.
    Si me dieran tiempo entenderían que esa etapa tiene que ser así, que en el deporte como en la vida todo tiene su tiempo, seguramente un día podré dárselos.
    Por favor... dejen que juegue, que me divierta, que sea feliz.
    Soy un niño, no lo olviden.
    Soy un niño...y solo una vez en la vida...